El Social Media Manager es el profesional que se encarga de preparar y planificar la estrategia de social media de una empresa o marca en las plataformas digitales. Como líder y estratega debe estar a la vanguardia de todos los cambios que surgen diariamente en el marketing digital.
En la actualidad, el mundo de las redes sociales es muy competitivo, porque hay miles de profesionales que están encargados de gestionar estas plataformas. Es por eso que es importante tener ciertas habilidades que te permitan resaltar sobre los demás.
Existen innumerables destrezas que hacen que un profesional del mundo de las redes sea competitivo, pero estas son las más importantes.
Manejar herramientas de diseño
En las redes sociales el diseño es tan importante como el contenido que se comparte. Una información puede ser muy valiosa, pero si no se presenta en forma organizada y que sea agradable a la vista del consumidor, es muy probable que tu público objetivo la pase por alto.
Además, estudios revelan que los videos y las imágenes tienen mayor engagement en las redes sociales. Así que manejar herramientas de edición de video o diseño gráfico es un plus que, sin duda alguna, pone en ventaja a cualquier profesional del social media.
Tener habilidades de redacción
El copywriting es fundamental para todos los social media managers. Tener buena redacción y hacer buenos copys es útil para muchas de las actividades que se desarrollan en el área. Por ejemplo, cuando se publican contenidos en las distintas redes sociales o cuando se requiere rellenar la información en cada uno de los perfiles de una empresa. Un buen copy puede ser el motor para lograr mayor engagement y conseguir grandes resultados.
Atención al cliente
Los social media managers deben tener carisma y empatía con los usuarios de las redes sociales. Si algo han traído estas plataformas digitales es la posibilidad de que los consumidores puedan interactuar con la marca y tanto los community managers como los social media managers son la cara visible de la empresa. Es por eso que deben tener la capacidad de prestar un servicio de atención de calidad y de tener engagement con los consumidores. Esta es la garantía de que los consumidores tengan una experiencia óptima cuando necesiten hacer una consulta con la marca.
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